Ballenatos y vallenatos
Hace poco mientras dormitaba me encontré una colega marina con su cría, se miraban felices; yo solo observaba a distancia y jugaba con las ondas del agua, las algas, este movimiento que parece una caricia a ratos y otras un baile, un meneo, un arrullo.
Ella se dio cuenta que disfrutaba de verlos y me preguntó si tenía un ballenato. Sonreí y le respondí que lo mío eran lo vallenatos.
No comprendió mi referencia porque desconoce mi metamorfosis pero moví mi cola y mis aletas, canté al tiempo del ritmo de la cumbia y mis vecinos armaron una fiesta marina.
“Dame una sonrisa para ser feliz…”
Las imágenes que nos regalas son muy bonitas y alegres ¡Qué a gusto vivir en el mar!
ResponderEliminarOh-!, que bello, una rola que acompaña un rico bailecito....
ResponderEliminarAy! que calientito se siente tu texto.
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